Declaración del “Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE)“ con ocasión de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente (7 de octubre)

(Resultado del seminario del MTCE sobre el tema:“Trabajo digno y empleo precario“ celebrado del 12 al 15 de julio de 2017 en Ávila, España)

Constatamos:

Muchas personas y familias en el mundo entero están viviendo en condiciones indignas pues no se les garantizan sus necesidades básicas. Carecen de tierra, trabajo y techo para poder disfrutar de una vida digna. La globalización de la economía no conlleva al mismo tiempo una globalización de los derechos sociales. El poder de las empresas multinacionales imposibilita de muchas maneras un desarrollo político que respete los derechos de las personas. El capitalismo es, en muchas ocasiones, una fuerza impulsora del progreso económico que no lleva aparejada una responsabilidad social y ecológica. El trabajo que se crea es empleo precario que, por una parte, enferma a la persona y, por otra, la descarta. Las personas no tienen las mismas oportunidades de vida. La pobreza y el hambre siguen creciendo. Muchos se ven obligados a abandonar su patria, a causa de la guerra y la destrucción, o por la pobreza. El destino de los refugiados y migrantes nos está poniendo de manera drástica ante los ojos la injusticia del orden económico global. „Esta economía mata!“, nos recuerda el Papa Francisco en Evangelii Gaudium.

Sabemos:

Que es posible una vida digna para todos y todas. No se trata de asegurar el lujo individual, sino, por el contrario, una vida digna. Nosotros, por tanto, como movimientos de trabajadores cristianos europeos, promovemos – en contra de la „globalización de la indiferencia“ – la globalización de la justicia, la solidaridad, la vida y el trabajo digno. Para poner en práctica estos principios, nos hace falta un consenso ético general. Como cristianos recordamos el mensaje de la Palabra de Dios: „he aquí que yo crearé un nuevo cielo y una tierra nueva“ (Isaías, cap. 65, v. 17).

Reclamamos:

  • Un trabajo digno que requiere un sueldo adecuado que sea suficiente para asegurar una vida digna de las personas y sus familias. Asegurar la justicia salarial de las personas; que desaparezca la brecha salarial entre hombres y mujeres, a igual trabajo igual salario
  • Un trabajo digno que garantice la salud de las trabajadoras y los trabajadores en el empleo y que frene el drama de los accidentes laborales.
  • Un trabajo digno que posibilite a las trabajadoras y los trabajadores desarrollar una vida familiar en condiciones y una adecuada participación social.
  • Un trabajo digno que se organice de manera que las trabajadoras y los trabajadores puedan hacer valer sus talentos y capacidades asegurando la inclusión de todos.
  • Un trabajo digno que ayude a conservar la creación y posibilite, asimismo, una vida digna a las generaciones futuras.
  • El trabajo digno supone cumplir las normas básicas de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Éstas tienen que seguir desarrollándose, especialmente en cuanto a los derechos de reunión, asociación y negociación colectiva. Hace falta garantizar la cobertura en el caso de enfermedad y accidente. Asimismo es necesario asegurar un ingreso digno para las personas en su ancianidad.
  • El trabajo digno supone tener derechos laborales que puedan ser reclamados también ante los empresarios y les exige salvaguardar los derechos humanos en su actuación empresarial y en las cadenas de suministro globales.
  • Sin trabajo decente no hay condiciones de vida dignas.