Del 10 al 21 de junio se realiza, en Ginebra, la reunión Centenaria de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la delegación del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos participa Toni M. Santamaría, militante de la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC)

A esta reunión, definida por el director general de la OIT, Guy Ryder, como un «parlamento mundial sobre el trabajo», están convocados más de 5.000 delegados y delegadas que dialogarán y someterán a consideración el informe Trabajar para un futuro más prometedor de la Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo, en el que se subraya la necesidad de priorizar a las personas. El informe proporciona un análisis en profundidad del futuro del trabajo, orientado a sentar las bases para alcanzar la justicia social en el siglo XXI. En este horizonte, el trabajo decente es esencial para las personas, para la paz y para el planeta.

Para la HOAC, que participa en la delegación del Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos con la presencia de Toni m. Santamaría, este diálogo muestra la «notable coincidencia entre las preocupaciones de la OIT, las reivindicaciones y propuestas del movimiento sindical internacional, los planteamientos de la Doctrina Social de la Iglesia y el magisterio del papa Francisco, en torno a la urgente necesidad de ese nuevo contrato o pacto social que priorice a las personas, su dignidad y el valor de su trabajo».

La Declaración final que se adopte en esta reunión centenaria debe establecer un nuevo contrato social que, entre otras consideraciones, priorice el respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras: con una Garantía Laboral Universal que proteja los derechos de todos los trabajadores, un salario adecuado, la limitación de las horas de trabajo, la seguridad y salud las relaciones laborales, la no discriminación, la libertad sindical y la negociación colectiva, la igualdad de género, la protección social universal, el aprendizaje permanente, la gestión humana de las nuevas tecnologías, la lucha contra la crisis ecológica y el diálogo social comprometido como fórmula para resolver los inaplazables retos.

En este mismo sentido se ha expresado el papa Francisco, reclamando un «nuevo pacto social humano, un nuevo pacto social para el trabajo», esencial para la democracia y para las personas, que otorgue «dignidad, respeto, honor, libertad, derechos para todos»[1]. Un pacto social y cultural que nos permita vivir juntos (Evangelii gaudium, 239).

La aportación de la Doctrina Social de la Iglesia

Recordando las palabras del Papa en Laudato si’, es urgente cuidar la casa común y la familia humana, prestando especial atención a los pobres y a la fragilidad del planeta, que no son dos cosas distintas y separadas sino una sola: el cuidado de la vida para construir el mundo desde la fraternidad. Para ello, «es esencial cuidar el trabajo humano y su dignidad, en un mundo en que hacemos todo lo contrario». Por eso, «el trabajo es una prioridad humana y, por tanto, una prioridad cristiana», subraya Francisco.

La Doctrina Social de la Iglesia recoge una cuestión clave: la prioridad del trabajo (personas) sobre el capital (cosas); lo que implica, decía san Juan Pablo II en Laborem exercens, que los derechos de la persona en el trabajo deben ser el criterio decisivo para organizar toda la economía y no, como ocurre ahora, dejar que la rentabilidad económica someta los derechos de trabajadores y trabajadoras. Esa prioridad del trabajo es lo que reclama un nuevo contrato social que proteja efectivamente la dignidad de las personas y ponga las cosas en su lugar y que, al mismo tiempo, requiere impulsar un profundo cambio de modelo económico «fruto de una cultura de comunión, basado en la fraternidad y la equidad». Para lo que es central promover la dignidad del trabajo, el trabajo decente y la protección de los derechos de todas las personas y familias trabajadoras. En ello nos va la vida y la “vida buena” de todos.

Agenda de las organizaciones de inspiración católica (OIC)

Durante los once días en que se desarrolla la reunión centenaria de la OIT, el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos mantiene además una agenda propia de encuentros y diálogos entre organizaciones de inspiración católica que participan en este foro. Entre los temas que abordarán están: el trabajo decente, las cadenas mundiales de suministros o el diálogo social…

Junto al Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) participan Caritas Internationalis, la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (CCIM), Coordinación Internacional de la Juventud Obrera Cristiana (CIJOC), Juventud Obrera Cristiana Internacional (JOCI), Obra Kolping Internacional, Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC)

España está representada en esta reunión por el Gobierno, una delegación de empresarios y de los principales sindicatos.

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[1] cf. No os dejéis robar la dignidad. El papa Francisco y el trabajo. En distintos discursos y mensajes.